PROPUESTA PARA FOMENTAR LA PARTICIPACIÓN ESCOLAR

Puede que lo que voy a proponer suene descabellado, que es imposible de realizar porque requiere demasiado esfuerzo, tiempo y dinero, que en realidad no sirve para nada y sería una pérdida de tiempo total, pero voy a decirlo de todas maneras ya que el profesor Xoán expresó claramente que se podía proponer cualquier cosa aunque fuera demasiado utópica 😂. 

Pues bien, mi idea en realidad no sirve solo para fomentar la participación escolar, sino también para facilitar el aprendizaje de manera divertida. Y ojo: no me refiero únicamente a contenidos curriculares, sino también a conocimientos que no se aprenden en las clases en sentido estricto pero que son igualmente necesarios para sobrevivir y saber vivir en sociedad. 

Mi propuesta consiste en que durante un tiempo decidido por el centro (creo que para el esfuerzo que va a suponer para compensarlo se necesitaría como mínimo una semana), todo el recinto escolar se convierta en un determinado lugar en un determinado momento histórico. Hay incontables ejemplos: podemos ser Francia en la Revolución Francesa, Madrid en la Guerra de la Independencia, Valladolid en la Guerra de los Comuneros, etc. Las posibilidades son prácticamente infinitas. 

Para esa transformación, se necesitaría un montón de material: disfraces, decoración para el centro, objetos de la época (aunque sean falsos), etc. Obviamente, no hace falta que sea todo de una calidad de cine: podemos echarle un poco de imaginación y usar materiales de andar por casa. 

Como podéis suponer, esta idea beneficiaría mayormente a la asignatura de Historia, ya que los alumnos se verían inmersos en una época determinada como si hubieran viajado en el tiempo y tendrían que actuar según lo establezca el período histórico. Sin embargo, el alumnado (y en realidad todo el mundo) aprenderían más cosas: a coserse los disfraces, a crear determinados artefactos (sé que suena mucho a manualidades, pero podría ayudar a la asignatura de Plástica), a conocer aunque sea mínimamente otro idioma (por ejemplo, si estamos imaginariamente en el período de la Revolución Francesa, todos los que sepan francés tendrán que hablar en francés y ayudar a los que no sepan), en definitiva, a descubrir que los contenidos de las asignaturas de verdad tienen un uso real (por ejemplo, el profesor de Física y Química podría enseñar -mediante una simulación, claro- de qué está hecha la pólvora de las armas que usaban en tal guerra, el profesor de Lengua y Literatura podría hablar de cómo influyeron esos acontecimientos en la literatura de esos tiempos, etc.). En resumen, creo que de un modo u otro todas las asignaturas saldrían beneficiadas de una experiencia así. Además, se aprenderían buenos valores como el compañerismo, la solidaridad....

Por supuesto, en esta propuesta participaría todo el mundo: alumnos, padres, profesores, personal administrativo... Todos pueden aportar y aprender algo. Además, creo que sería muy motivador y atractivo para los alumnos, no solo porque aprenderían de manera mucho más entretenida sino también porque saldrían un poco de las aulas, de la rutina de las lecciones magistrales.  Depende un poco de la personalidad de cada uno, pero yo creo que daría un chute de energía a todo el mundo. 

Bueno, claramente esta propuesta es bastante irrealizable en muchos sentidos por la enorme inversión que requiere, pero para los centros que dispongan de los recursos adecuados podría ser interesante que se aplicara, a ver qué sale jejeje.